Es lo que tienen las autolesiones: no solo te colocan, sino
que también te permiten expresar el asco que te inspiran el mundo y tu persona,
controlar el dolor físico, disfrutar del ritual, de las endorfinas, de esa
violencia sórdida, bestial y ejercida contra uno mismo en privado y no hacer
daño a ninguna otra persona. (…) Era perfecto. Había encontrado algo que,
aunque fuese temporal, me ayudaba a funcionar mejor, a estar más disponible, a
no dejar a mi familia tirada, a ponerme la careta....Autolesiones,
James Rhodes
Artículos:
ü Jugarse el pellejo: una visión clínica de las
autolesiones. Carmen Conde Díaz.
ü Inscripciones corporales indelebles. Tatuajes,
escarificaciones, piercing y su lógica cultural. Enrique Couceiro Domínguez.
ü Autolesiones y marcas corporales: del conflicto
intrapsíquico a las tribus urbanas en la adolescencia. Pablo
Villarino Torrado.
ü Encuentros con la autolesión a través de un caso:
experiencias durante la residencia. Almudena Campos González / Esther
Reguera Rodríguez.
ü Autolesiones como estrategia autorreguladora cuando
no contamos con una vinculación segura. María Balsa García.
ü El daño en psicoterapia: confesiones de un terapeuta
centrado en el error. Antonio Olives Alonso.
ü Autolesiones: lugares comunes y experiencias clínicas. Ignacio Dopico González.
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