Mamá y papá, ¿De dónde vengo? El uso de
internet en la adopción: La búsqueda de los orígenes familiares y la reconstrucción
de su propia historia.
Ester
Bianchin*.
En Boletín de Terapia Familiar, RELATES, 2018
Las preguntas “¿Por
qué me abandonaron? ¿De dónde vengo? ¿Cuáles son mis orígenes?” son
cruciales y fisiológicas cuando se habla de adopción, ya que están
estrechamente relacionadas con la construcción de la identidad de la persona
adoptada. El niño verbaliza estas preguntas a sus padres adoptivos cuando ellos
representan su principal punto de referencia: cuando se ha construido un
vínculo de apego. Si estos no están lo suficientemente preparados para
responder a estas preguntas, se puede crear un sufrimiento en el sistema familiar
(Scabini, Cigoli, 2000). La literatura nacional e internacional es unánime en
pensar que es importante explicar al niño su condición de hijo adoptivo desde
una edad muy temprana. Si el niño percibe serenidad y calma, se sentirá tranquilo
al poner preguntas a sus padres confiando en lo que le contesten. (Fruggeri,
Panari, Caricati, 2008).
Mediante el
intercambio de informaciones que surge en el diálogo entre padres e hijo, se va
garantizando al niño la “continuidad del yo” ya que constituye los
asideros para que el niño pueda conectarse a su dolor y colocar su sufrimiento
en su identidad.
Los hijos adoptivos
traen consigo dos pertenencias familiares que, casi siempre, están
desconectadas, incompatibles o antagónicas. Por lo tanto, se vuelve difícil
pertenecer a ambos y no es fácil hacer una elección porque la elección podría
representar una traición para uno de ellos (Vadilonga, 2010). Los padres
también pueden vivir la misma duplicidad en la construcción de su identidad
familiar. La dicotomía experimentada por la pareja adoptiva es una expresión
del dilema existencial que surge de una visión dicotómica: o creerse parte de
una familia en la que el niño adoptado es asimilado como un hijo con su propia
historia o permanecer fieles al modelo de las familias de origen donde el hijo
adoptivo tendrá que responder a las expectativas imaginadas.
El tema de la búsqueda de los orígenes está
estrechamente entrelazado con la identidad. El hijo adoptado intenta
conectar el pasado y el futuro en el presente, integrando diferentes partes de
sí mismos: es una necesidad que surge generalmente en la adolescencia.
Los adolescentes responden a la inquietud del presente
buscando las respuestas en el pasado.
La búsqueda insistente de la historia, de los padres biológicos y de los hermanos, tiene sus
raíces en la característica interrogativa existencial de la adopción, ya que
esta es una necesidad fisiológica de la
persona. El desafío de la familia adoptiva es integrar el pasado en la
historia del presente de manera que se construya una narración unitaria de la
historia familiar. (Vadilonga, 2010).
Hoy Internet (Facebook,
instagram, el correo electrónico y Whatsapp) es una herramienta poderosamente
alcanzable para todos, a menudo utilizada para la búsqueda de los orígenes y la
reconstrucción de su propia historia. Es un instrumento universal, no sujeto a
fronteras o límites burocráticos. Con este medio es posible sacar nuevas
informaciones “del pasado” útiles para crear nuevas narrativas, donde no hay
una separación clara entre pasado, presente y futuro, sino que hay historias
que se enredan y personas que cambian.
La importancia para la familia adoptiva de “dejar entrar
en el hogar” el pasado del hijo adoptivo y las relaciones significativas
que han caracterizado parte de su existencia, implica necesariamente un reposicionamiento de las relaciones
familiares. Hacer que nuevos miembros “ingresen” a la casa, significa
aceptar la historia y las redes de relaciones significativas del hijo adoptado,
no por un acto de benevolencia o sentido común, sino por un acto de completo
reconocimiento y respeto por su historia. Sería incompleto para una familia
adoptiva aceptar a un niño con la premisa de aceptar solo una parte de su
pasado.
Dar lugar en la vida
familiar cotidiana a las personas, los hechos, los momentos y las experiencias
que caracterizaron el período pre-adoptivo,
es una de las tareas
evolutivas a las que está llamada la familia adoptiva. En este sentido, el
proceso típico de separación y diferenciación de los adolescentes no
representa, por los padres adoptivos, una ruptura crítica o un rechazo sino una
transición fisiológica que conduce a la redefinición de los roles y de las
relaciones.
Atendí a una familia
adoptiva donde pude observar cómo el uso de los correos electrónicos y la
reciprocidad de informaciones entre la familia adoptiva y la educadora de la
institución en la que el niño había vivido antes de la adopción, permitió
completar e integrar piezas de la historia a través de un intercambio de
información, fotos y recuerdos.
La educadora del
hogar había establecido una relación de apego con el niño. La adopción
internacional implicó necesariamente la ruptura de la relación y la separación
del niño desde su adulto de referencia. Volver a crear una conexión con ella y
que sea incluida como un complemento de la familia adoptiva (aunque en la
distancia), ha permitido que el hijo y los padres se sintieran parte de un
proceso de continuidad en que el pasado tiene su lugar en el presente: los
abrazos, los regaños y las atenciones vividas por el niño en la institución,
ahora encuentran su lugar y su recodificación en las relaciones del presente.
A través de este
articulo, apoyo la utilidad de la visión sistémico-relacional en el trabajo
terapéutico con las familias adoptivas, especialmente en los momentos de crisis
del sistema familiar, como puede ser en la búsqueda de los orígenes por parte
los hijos adoptivos.
Desde mi experiencia
noto, como el uso de Internet puede representar un medio para que el sistema
familiar agregue nuevos elementos a la narración familiar unitaria. Gracias al
apoyo teórico y al trabajo con familias adoptivas, quería mostrar cómo la búsqueda de los orígenes es un proceso
fisiológico que involucra a toda la familia adoptiva llamada a la tarea
evolutiva de integrar las historias en una narración unitaria donde internet se
convierte en un recurso para la realización de esta tarea.
*E. Bianchin:
ü
Psicoterapeuta
familiar por el Centro Bolognese di Terapia Familiar en Bologna en
convenio con el Centro Milanes de Terapia Familiar.
ü
Colaboradora
en Amici dei Bambini
ü
Psicoterapeuta
inscrita en el Colegio de Psicólogos de la Región Emilia Romagna desde el 2009
ü
Forma
parte del equipo sanitario del departamento de Salud Mental del
Hospital de Imola y del equipo multidisciplinarlo de Qalauma en La
Paz-Bolivia.