miércoles, 16 de mayo de 2018

Para tener presente:


Hostilidad y desconfianza del menor adoptado y acogido: el extrañamiento de la medida de protección como dificultad para fundar un vínculo seguro y reparar daños del pasado.
 
Juan Alonso Casalilla Galán. 


Fuente: Deseo y razón


Es frecuente encontrar en la consulta actitudes de hostilidad y desconfianza en los chicos adoptados y acogidos. Actitudes y sentimientos que se traducen en conductas de rebeldía y violencia hacia sus padres y cuidadores. En no pocas ocasiones, rastreando estas actitudes, encontramos en los chicos una pregunta sin resolver sobre su historia de vida.

La pregunta del niño gira alrededor de los motivos que dieron lugar a la toma de medidas de protección por parte de las Entidades Públicas responsables, así como en torno a las motivaciones que empujaron a sus padres y cuidadores a incorporarlos en su vida.

Tengamos siempre presente que, aunque las circunstancias que llevan a la adopción y al acogimiento familiar son muy diversas, todas comparten la ruptura de la convivencia con la familia de origen provocada por una acción administrativa o judicial. Tengamos también en consideración, que protegemos al niño, pero las decisiones que en un momento dado se tomaron pensando en él, fueron sin contar con él.  Esta circunstancia supone dificultades en el menor para “apropiarse” de su condición de adoptado o acogido, viviendo el evento trascendental de ruptura con su familia de origen como algo extraño a él, a lo que le cuesta dar significado en su historia.

En este escenario surgirán dudas y enigmas, que sin la adecuada compañía alentarán fantasías muy negativas de rapto, robo o apropiación por parte de las personas que les cuidan…etc. Fantasías que generan un fondo de desconfianza y hostilidad que pueden traducirse en problemas de convivencia.

Así, este aspecto, que hemos llamado “extrañamiento de la medida” introduce una necesidad central en el menor; necesidad de saber y dar un sentido a los importantes giros de destino al que el sistema de protección le ha sometido.

Por lo tanto, en el caso del acogimiento familiar y de la adopción uno de los aspectos más importantes es dar cuenta al niño de los motivos y las razones que sostienen el hecho de porqué ha llegado a formar parte de nuestra familia, para que éste, a lo largo de su recorrido vital se apropie de su propia historia, que la haga suya.

El abordaje de este aspecto, difícil sin lugar a duda, es el aspecto fundamental de la construcción de sus orígenes y la elaboración de su historia de vida.

Se hace ineludible para el menor, conocer, compartir e investigar con padres y guardadores la información en torno a los hechos y circunstancias que fundamentaron la toma de medidas de protección y de porqué ellos mismos eligieron ampliar la familia por esta vía.

El abordaje de este aspecto contribuye a:

ü    Evitar disociación y fragmentación de la vida emocional y relacional.
ü    Generar un vínculo seguro.
ü    Reparar los posibles daños sufridos en el pasado y sus consecuencias.


En resumen, una de las responsabilidades más importantes que supone ser padre o guardador es la de ayudar a nuestros hijos o a los menores que tenemos bajo nuestra guarda a descifrar el mundo que les rodea, y en último término dar sentido a su vida.

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