miércoles, 17 de enero de 2018

Caso práctico:


El silencio de los adultos como trauma agregado en el abuso sexual de un niño.

F. Piperno y F. Capozzi

Alsf, Chile.  Correo de psicoterapia y salud mental, nº 6, 2017.


Las historias de abuso sexual nos ponen en relación con las dinámicas de una familia entera. El abuso sexual desestabiliza la psique del niño, más que por el evento en sí mismo, también por las respuestas emocionales, las características psíquicas, la cualidad de las dinámicas inconscientes de los padres del niño abusado.
(…)
Anna es una niña de inteligencia vivaz, pero desde los 4 años, su curiosidad y sus intereses se han concentrado predominantemente sobre la sexualidad; de noche quiere espiar a sus padres, mira a los hombres adultos, siempre hace preguntas y comentarios sobre argumentos sexuales, no se interesa en jugar con sus compañeros. Ella introduce desde las primeras entrevistas lo que será y deberá ser su drama personal: la imposibilidad de dar, no solo voz sino ubicación a sus experiencias traumáticas, los acosos sexuales del tío y la falta de escucha de la madre. Su primer dibujo, una figura femenina estática y de cara inexpresiva y, a un lado, un florero roto del cual sale agua, claro y explícito, trae al espacio de la terapia la experiencia del abuso: el florero caído con el agua derramada, ubicado a un lado de la hoja, el resto de la escena es desolado y estereotipado.
 




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