Problemas de conducta y trastorno pragmático del lenguaje
en la infancia y adolescencia
Joaquín Díaz Atienza, 4 junio, 2016
Aunque la asociación entre dificultades en el desarrollo del lenguaje y los trastornos
psicopatológicos en la infancia es algo empíricamente contrastado, sin
embargo apenas son contemplados en la práctica. Es evidente que la
calidad de lenguaje es fundamental en la
regulación de nuestras emociones y que su componente pragmático es esencial en la interpretación que
hacemos de la comunicación y expresión emocional de los demás. Por tanto, un
normal desarrollo de lenguaje facilita la comunicación social y, por
consiguiente, contribuye positivamente a la socialización.
Normalmente, distinguimos la forma, el contenido y el uso social y comunicacional apropiados
del lenguaje. Los dos primeros dan lugar a la estructura , en tanto que el uso
apropiado, da lugar a los aspectos pragmáticos del mismo. Como podemos observar
la afectación del lenguaje puede cubrir un amplio espectro que va desde
la limitación del vocabulario (stock verbal), dificultades en la expresión,
dificultades fonológica (dislalias), dificultades en la compresión y, por
último, las dificultades pragmáticas (fluencia verbal normal, dificultades a la
hora de seguir la comunicación de los demás, inferencias incorrectas,
respuestas inapropiadas socialmente, para-respuestas, interpretación
excesivamente literal) . Todas ellas han sido encontradas en niños con
problemas de conducta. Sabemos que la asociación problemas de conducta y
lenguaje son frecuentes, lo enfoquemos como trastorno de conducta/ lenguaje o
como trastorno del lenguaje/conducta.
Por otra parte, no es infrecuente que las dificultades en la
compresión del lenguaje sean
malinterpretadas, tanto por los clínicos como por los padres, y confundirlas
como conductas negativistas, desobediencia, aislamientos social o problemas de atención. También
sabemos que un número importante de niños, inicialmente diagnosticados de
un problema de lenguaje, en la etapa de infantil y/o primaria pueden presentar un TDAH. De hecho, en una investigación realizada por
Hellan y cols (2012) en una población de 5672 niños de edades comprendidas
entre los 7 y 9 años, el 60% de los niños diagnosticados de TDAH presentaban
simultáneamente criterios diagnósticos suficientes para algún trastorno del
lenguaje frente al 5,7% en el grupo control. Cada vez es mayor el número de
investigaciones que encuentra una asociación significativa entre el TDAH y el trastorno
pragmático de la comunicación.
Interrelación del trastorno de conducta con los problemas del lenguaje.
Debido a la alta comorbilidad entre los trastornos de conducta
y los del desarrollo del lenguaje, Hartas (2012) propone varias hipótesis:
1.
Las dificultades en el lenguaje/comunicación darían
lugar a sentimientos de frustración y malestar que, a su vez, producirían una
menor oportunidad para la interacción y socialización con sus iguales.
2.
Los problemas de conducta, la hiperactividad y el
déficit de atención serían los elementos esenciales que producirían los
problemas de lenguaje y de la lecto-escritura.
3. ´Los problemas de conducta y del lenguaje
coexistirían retroalimentándose el uno con el otro.
4.
Habría un elemento neuropsicológico esencial que
explicaría la interacción y coexistencia entre ambos problemas.
Sin embargo, no todos los problemas del desarrollo del
lenguaje se presentan con las misma frecuencia. Gibson y col (2013) encontraron
que dos tercios de los niños con trastornos de conducta presentaban un
trastorno pragmático de la comunicación.
Más recientemente, Helland y cols (2014), no solo han encontrado
la misma asociación que Gibson, sino que se trataría de una asociación
persistente en el tiempo. En su estudio, evalúan en dos etapas a niños con
problemas de conducta y del lenguaje a la edad de 7-9 años y posteriormente a
la edad de 12 -15 años. Las conclusiones de su investigación son las
siguientes:
1.
Los problemas de conducta asociados a trastornos del
lenguaje a la edad de7-9 años, predicen de forma significativa la presentación
de un trastorno pragmático de la comunicación a la edad de 12-15 años.
2.
Aunque el trastorno del lenguaje más relevante y con
mayor interferencia sea el pragmático, no es el único que suele encontrarse en
los pacientes con trastornos de conducta, pudiéndose encontrar cualquier otro.
3.
Otro aspecto importante, por su implicaciones para la
intervención precoz, es la persistencia a lo largo del tiempo del trastorno
pragmático.
Bibliografía
– Hartas, D (2012). Children’s social behaviour, language
and literacy in early years. Oxford Review of Education, 38 (3), 357-376.
– Helland, WA et al (2014). Stable associations between
behavioral problems and language impairments across childhood – The importance
of pragmatic language problems. Research in Developmental Disabilities,
35, 943-951.
– Gibson et al (2013). Social Communication disorder outside
autism? A diagnostic classification approach to delineating pragmatic
language impairment, high functioning autism and specific language
impairment. Journal of Child Psychology and Psychiatry.