lunes, 6 de junio de 2016

Para tener en cuenta:


Problemas de conducta y trastorno pragmático del lenguaje en la infancia y adolescencia
 
Joaquín Díaz Atienza, 4 junio, 2016   


Aunque la asociación entre dificultades en el desarrollo del lenguaje y los trastornos psicopatológicos en la infancia es algo empíricamente contrastado, sin embargo  apenas son contemplados en la práctica.  Es evidente que la calidad de lenguaje es fundamental en la regulación de nuestras emociones y que su componente pragmático es esencial en la interpretación que hacemos de la comunicación y expresión emocional de los demás. Por tanto, un normal desarrollo de lenguaje facilita la comunicación social y, por consiguiente, contribuye positivamente  a la socialización.

Normalmente, distinguimos la forma, el contenido y el uso social y comunicacional apropiados del lenguaje. Los dos primeros dan lugar a la estructura , en tanto que el uso apropiado, da lugar a los aspectos pragmáticos del mismo. Como podemos observar la afectación del lenguaje puede cubrir un amplio espectro  que va desde la limitación del vocabulario (stock verbal), dificultades en la expresión, dificultades fonológica (dislalias), dificultades en la compresión y, por último, las dificultades pragmáticas (fluencia verbal normal, dificultades a la hora de seguir la comunicación de los demás, inferencias incorrectas, respuestas inapropiadas socialmente, para-respuestas, interpretación excesivamente literal) . Todas ellas han sido encontradas en niños con problemas de conducta. Sabemos que la asociación problemas de conducta y lenguaje son frecuentes, lo enfoquemos como trastorno de conducta/ lenguaje o como  trastorno del lenguaje/conducta.

Por otra parte, no es infrecuente que las dificultades en la compresión del lenguaje sean malinterpretadas, tanto por los clínicos como por los padres, y confundirlas como conductas negativistas, desobediencia,  aislamientos social o problemas de atención. También sabemos que un número importante de  niños, inicialmente diagnosticados de un problema de lenguaje, en la etapa de infantil y/o primaria pueden  presentar un TDAH. De hecho, en una investigación realizada por Hellan y cols (2012) en una población de 5672 niños de edades comprendidas entre los 7 y 9 años, el 60% de los niños diagnosticados de TDAH presentaban simultáneamente criterios diagnósticos suficientes para algún trastorno del lenguaje frente al 5,7% en el grupo control. Cada vez es mayor el número de investigaciones que encuentra una asociación significativa entre el TDAH y el trastorno pragmático de la comunicación.

Interrelación del trastorno de conducta con los problemas del lenguaje.
Debido a la alta comorbilidad entre los trastornos de conducta y los del desarrollo del lenguaje, Hartas (2012) propone varias hipótesis:

1.     Las dificultades en el lenguaje/comunicación darían lugar a sentimientos de frustración y malestar que, a su vez, producirían una menor oportunidad para la interacción y socialización con sus iguales.

2.     Los problemas de conducta, la hiperactividad y el déficit de atención serían los elementos esenciales que producirían los problemas de lenguaje y de la lecto-escritura.

3.    ´Los problemas de conducta y del lenguaje coexistirían retroalimentándose el uno con el otro.

4.     Habría un elemento neuropsicológico esencial que explicaría la interacción y coexistencia entre ambos problemas.

Sin embargo, no todos los problemas del desarrollo del lenguaje se presentan con las misma frecuencia. Gibson y col (2013) encontraron que dos tercios de los niños con trastornos de conducta presentaban un trastorno pragmático de la comunicación.

Más recientemente, Helland y cols (2014), no solo han encontrado la misma asociación que Gibson, sino que se trataría de una asociación persistente en el tiempo. En su estudio, evalúan en dos etapas a niños con problemas de conducta y del lenguaje a la edad de 7-9 años y posteriormente a la edad de 12 -15 años.  Las conclusiones de su investigación son las siguientes:

1.     Los problemas de conducta asociados a trastornos del lenguaje a la edad de7-9 años, predicen de forma significativa la presentación de un trastorno pragmático de la comunicación a la edad de 12-15 años.

2.     Aunque el trastorno del lenguaje más relevante y con mayor interferencia sea el pragmático, no es el único que suele encontrarse en los pacientes con trastornos de conducta, pudiéndose encontrar cualquier otro.

3.     Otro aspecto importante, por su implicaciones para la intervención precoz, es la persistencia a lo largo del tiempo del trastorno pragmático.

Bibliografía
– Hartas, D (2012). Children’s social behaviour, language and literacy in early years. Oxford Review of Education, 38 (3), 357-376.

– Helland, WA et al (2014). Stable associations between behavioral problems and language impairments across childhood – The importance of pragmatic language problems. Research in Developmental  Disabilities, 35, 943-951.

– Gibson et al (2013). Social Communication disorder outside autism? A diagnostic classification approach  to delineating pragmatic language impairment, high functioning autism and specific  language impairment. Journal of Child Psychology and Psychiatry.



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