miércoles, 21 de marzo de 2018

Estudio:


 Cómo influye en el bienestar de los niños y adolescentes tutelados la relación que tienen con sus adultos de referencia? La perspectiva de los que están acogidos en centros y familias.

Com influeix en el benestar dels infants i adolescents tutelats la relació que tenen amb els seus adults de referència? La perspectiva dels que estan acollits en centres i famílies

J. Llosada-Gistau, C. Montserrat y F. Casas.

Butlletí d’Inf@ncia nº105, 2018.

D. de Treball, Afers Socials i Famílies; Generalitat de Catalunya


Objetivo: ...analizar el bienestar subjetivo de los/las adolescentes acogidos/as según el grado de acuerdo que manifiestan sobre su situación, la relación con sus adultos de referencia en el Sistema de Protección y con sus progenitores, su seguridad en el lugar de acogida, y si sienten que los tienen en cuenta. Más concretamente se analizarán los aspectos siguientes:

- El grado de acuerdo con la acogida en que están
- La percepción de seguridad en el lugar de acogida
- La estabilidad de sus figuras de referencia en la acogida
- La satisfacción con la relación que tienen con sus educadores o acogedores
- Si se sienten escuchados por sus adultos de referencia
- La relación con el padre y la madre

 Documento integro original en catalán.

Conclusiones:
Los adolescentes tutelados en acogimiento familiar y especialmente los chicos y chicas acogidos en familia extensa muestran medias de bienestar subjetivo más altas que los acogidos en centro residencial y relativamente similares a las medias de la población general. A pesar de esta primera afirmación, somos conscientes que no podemos comparar estrictamente los adolescentes acogidos en familia de los adolescentes acogidos en centro porque, como es muy sabido, presentan características sociodemográficas diferentes y, además, entre los chicos y chicas acogidos en centro hay también los que han sufrido una ruptura de  acogimiento familiar previa. El objetivo del estudio en ningún caso pretende comparar y, todavía menos, jerarquizar las diferentes medidas en función del bienestar de los chicos y chicas. Se presentan los resultados según la medida protectora en un ejercicio para garantizar el derecho de todos y todas a responder a las mismas preguntas y poder expresar como se sienten y cómo valoran su acogida. Hemos querido conocer de primera mano sus percepciones y evaluaciones sobre la realidad que viven y que esta información pueda facilitar la toma de decisiones tanto en el ámbito político como en la práctica profesional para favorecer un mejor bienestar para todos.

Una buena noticia que se desprende de los resultados presentados es que es posible vivir en el Sistema de Protección y en un centro residencial, y mostrar niveles de bienestar subjetivo altos. Aun así, esta situación no es la mayoritaria entre los que viven en centros. Los resultados señalan algunos aspectos que si se tienen presentes y se hacen algunos cambios en las dinámicas de la acogida residencial, presumiblemente, favorecerán el bienestar subjetivo de muchos chicos y chicas acogidos en centro que actualmente muestran, de media, niveles más bajos. Uno de los principales resultados del estudio es que el tipo de medida es importante con relación al bienestar subjetivo de los adolescentes tutelados, pero adquiere todavía más importancia el hecho de estar de acuerdo. En este punto, hemos visto que más de la mitad de los adolescentes acogidos en centro están en desacuerdo con su medida. Y, en cambio, a los chicos y chicas acogidos en centro que están de acuerdo con su medida muestran niveles de bienestar muy parecidos a los acogidos en familia. Haría falta, pues, estudiar en profundidad cuáles son los motivos que hacen que la mayoría de chicos y chicas acogidos en centro muestren desacuerdo con su medida protectora. Presumiblemente, una primera recomendación sería escuchar la opinión de los adolescentes acogidos en centro y tener en cuenta sus valoraciones para conseguir que la acogida residencial sea percibida por las personas usuarias de una manera más positiva y se puedan sentir mejor.

En este punto es destacable y notorio hacer una mención específica a las chicas acogidas en centro, puesto que, como se ha señalado, muestran niveles de bienestar subjetivo significativamente más bajos respecto de los chicos de la misma edad. Este resultado merece, seguramente, un estudio más profundizado para conocer las causas principales y nos plantea una pregunta interesante para futuras investigaciones: parece que las chicas acusan más las situaciones vitales adversas e hipotéticamente del acogimiento familiar (en extensa y ajena) actuaría como un factor protector del bienestar subjetivo de las chicas tuteladas, puesto que no se han observado estas diferencias según sexo en el acogimiento familiar.

Por otro lado, un aspecto que está directamente relacionado con el bienestar subjetivo de los adolescentes tutelados es la percepción de seguridad dentro de su familia acogedora o centro residencial.

Una quinta parte de los chicos y chicas acogidos en centro no se sienten seguros y el bienestar subjetivo de estos chicos y chicas se resiente mucho. Respecto a esta situación, habría que profundizar a conocer

cuáles son los aspectos que hacen que no se sientan seguros en el centro, y para poderlo averiguar hace falta, una vez más, conocer de primera mano sus propias valoraciones y opiniones.

Una alta satisfacción con las personas acogedoras y los educadores y educadoras se traduce en un mayor bienestar subjetivo. Y en esta misma línea, hemos podido observar que un aspecto muy relevante por todos los chicos y chicas tutelados y que afecta positivamente a su bienestar es el hecho de sentirse escuchados y que sus opiniones sean tenidas en cuenta por sus adultos de referencia (acogedores y educadores) en línea con el artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989).

El vínculo que se establece entre los niños y los adolescentes con los acogedores y educadores-tutores es necesario para que se sientan seguros, estén satisfechos con sus cuidadores, y probablemente se sientan más escuchados. Que prácticamente la mitad de los adolescentes acogidos en centro hayan cambiado de tutor o tutora respecto del año anterior seguramente no los ayuda a sentirse seguros, escuchados y satisfechos con sus adultos de referencia.

Finalmente, la relación con los padres y madres es también un aspecto importante para los niños y adolescentes tutelados y en relación con su bienestar subjetivo. El primero que hemos observado es que entre los chicos y chicas acogidos en familia es más probable que no tengan padre o madre y que entre los acogidos en centro es, en cambio, mucho más probable que tengan relación con el padre y sobre todo con la madre (prácticamente el 80% de los acogidos en centro tienen relación con su madre, en contraposición a un 55% de los acogidos en familia extensa).

Los resultados apuntan que los adolescentes tutelados que no tienen madre muestran niveles de bienestar subjetivo más altos que el resto, tanto si tienen relación con ella cómo si no. Una explicación para entender este resultado es que los chicos y chicas que no tienen madre (o padre), una vez superado el luto por la pérdida, la situación es muy clara y no admite confusiones y, por lo tanto, no permite que se creen expectativas, anhelos, desengaños, cosa que podría favorecer su bienestar.

En línea con esta hipótesis, vemos que los adolescentes que tienen relación con su madre, que muestran menos bienestar a pesar de que las diferencias no logren significación estadística, son los que más a menudo querrían aumentar la relación con ella, mientras que los que muestran más bienestar subjetivo son los que ya están de acuerdo con el tipo de relación que mantienen. Preguntar a los chicos y chicas qué tipos de relación quieren tener con su madre (y padre) y tener en cuenta su opinión, en la medida del que sea posible, parece una buena estrategia para favorecer el bienestar de los chicos y chicas tutelados.

Traducc. S.S.B.



CORREO ADMINISTRADOR DEL BLOG