Nadie da lo
que no tiene... La importancia del equilibrio personal para ser padres de un
niño con trastorno reactivo del apego.
Síndrome del quemado.
En El Héroe con un agujero dentro. Crianza de un niño con trastorno reactivo del apego. 16/5/2016
"Nemo dat quod non habet"
reza un adagio latino de gran predicamento entre la gente de leyes.
Podríamos traducirlo como "Nadie
puede dar lo que no tiene". Y esto es particularmente de aplicación a las
virtudes psicológicas que pretendemos que nuestros hijos adquieran.
Me explico: Las víctimas del
trastorno del apego, en su vertiente controladora - punitivo tienen una
especial habilidad para sacar de quicio a aquellos con quienes interactuan.
Tienen (normalmente) un don para extraer lo peor de las personas con las que se
relacionan. Su conducta, manipuladora, a menudo ofensiva (incluso agresiva)
les convierte en personas poco dóciles y difíciles de tratar, y mucho
más, de mandar o dirigir /(tendencia parental natural). Y cualquier reproche
puede disparar una conducta totalmente descontrolada. Así que son una especie
de "catalizadores" de todo lo malo que reside dentro de nosotros.
Mantenerse (y mantenerlos) dentro de
un entorno terapéutico es ciertamente agotador cada día, cada semana, cada
més... Es quizás el trabajo más exigente que se nos puede ocurrir.
¿Y que pasa cuando estamos agotados? Cada uno manifiesta los efectos de distinta manera. En mi caso en particular, empiezo por hacer comentarios sarcásticos sin motivo. De ahí paso al modo de "paciencia extra-corta", y soy fácilmente irritable. Y finalmente, puedo desembocar en "fiera descontrolada".
¿Y que pasa cuando estamos agotados? Cada uno manifiesta los efectos de distinta manera. En mi caso en particular, empiezo por hacer comentarios sarcásticos sin motivo. De ahí paso al modo de "paciencia extra-corta", y soy fácilmente irritable. Y finalmente, puedo desembocar en "fiera descontrolada".
Pero..., ninguna de estas actitudes
es demasiado buena para tratar con nuestro pequeño héroe. Su reconocida
capacidad de hipervigilancia le permite descubrir cualquier debilidad en tu
estado anímico para explotarla en beneficio de su trastornada intención. De
hecho, parece que esté esperando ese momento en el que bajas tu armadura de
amor y paciencia para atacarte con sus peores armas, y conseguir desequilibrar
tu posición, que hasta un minuto antes, parecía sólida.. Seguir leyendo el original