jueves, 17 de diciembre de 2015

Estudio a fin de programa:


La resiliència en un grup de joves extutelats: resistir i refer-se

Núria Ruiz y Meritxell Torres,
EAIA Lleida Nord

butlletí d’Inf@ncia nº 90, 2015

D. de Benestar Social i Família. G. de Catalunya

 Original en catalán

La resiliencia en un grupo de jóvenes extutelados: resistir y rehacerse

La atención residencial, junto con la acogida en familia extensa, constituyen dos pilares fundamentales de los sistemas de protección a la infancia y la adolescencia, tanto de Cataluña cómo de la mayoría de comunidades autónomas. Ahora bien, la evaluación de estos recursos para poder introducir mejoras desde la política y la práctica profesional es todavía poco abundante.

Desde el EAIA Lleida Norte nace la necesidad de hacer una parada, una reflexión y una evaluación del trabajo hecho y de los resultados que íbamos obteniendo. Esto es ta motivado porque hacíamos el seguimiento de las mismas familias durante muchos años y una vez los jóvenes lograban la mayoría de edad teníamos muy poco feedback de sus situaciones, del impacto de nuestras intervenciones y de los efectos de nuestras actuaciones, con la coletilla de que aquellos que nos devolvían lo hacían como padres de niños en situaciones de riesgo.

Los jóvenes objeto del estudio han crecido en una matriz de relaciones en las cuales permanentemente han estado presentes situaciones de negligencia y maltrato de sus referentes adultos. A esto se añade otro agravante, como los señores Sunyer y  Segundo recogen en su artículo, el proceso que comporta el paso del grupo familiar al grupo institucional representado por el centro de acogida, en la mayoría de los casos el niño no ha transitado por un proceso en el que haya podido ir reconsiderando estas  vivencias para poder incorporar las de nuevas. (De Miguel S., Sunyer, J. M., 2012).

El trauma produce rotura; esta es su definición. Y la resiliencia, que permite volver a vivir, asocia el sufrimiento con el placer de triunfar sobre aquel.

Nos parece interesante, antes de continuar, hacer referencia al concepto de resiliencia, porque tenemos mucho que aprender de los niños, de las familias que manifiestan en su vida esta calidad. Los profesionales de la infancia, de la adolescencia, de las familias y los mismos padres encontrarán en este concepto otra mirada hacia aquellas personas que confían en ellos o que les son confiadas para cambiar y enriquecer sus prácticas.

La resiliencia designa la capacidad humana de superar traumas y heridas. Las experiencias de huérfanos, niños maltratados o abandonados, víctimas de guerras o catástrofes naturales, han permitido constatar que las personas no quedan encadenadas a los traumas toda la vida, sino que cuentan con un antídoto: la resiliencia. No es una receta de felicidad, sino una actitud vital, positiva, que estimula a reparar daños sufridos, convirtiéndolos, a veces, incluso en obras de arte. Pero la resiliencia difícilmente puede surgir en la soledad. La confianza y la solidaridad de otros, ya sean amigos, maestros o tutores, “es una de las condiciones porque cualquier ser humano pueda recuperar la confianza en si mismo y su capacidad de afecto… (Boris Cyrulnik, 2009).

En esta línea hemos querido hacer este estudio adentrándonos en un campo tan difícil cómo es el de la investigación.

Para la realización de nuestro estudio, la principal fuente de información de que disponemos han sido las aportaciones y valoraciones de los jóvenes que han estado en CRAE como mínimo cuatro años de su vida, y que eran mayores de edad en el momento que se llevó a cabo el estudio. Aportaciones que se han obtenido a través de la creación de un espacio grupal con estos jóvenes. Es por eso que buena parte de la actividad investigadora se ha focalizado en la creación y la conducción de estos grupos y en la transcripción y el análisis de los relatos facilitados por los protagonistas de esta experiencia. Se han hecho cinco sesiones grupales de una duración de 1,5 h cada una; cada sesión se abrió con un tema inicial, CRAE, familia, EAIA, vivencias y experiencias personales, y la última de cierre y despedida.

De las cinco sesiones grupales realizadas hicimos una transcripción literal y las clasificamos en categorías y subcategorías, seleccionando las frases más representativas de cada una.

Objetivos
El objetivo principal de este estudio es identificar elementos, situaciones y factores detectados en jóvenes que han sido acogidos en CRAE y que han contribuido a tener una incidencia positiva en ellos y han facilitado su capacidad de resiliencia. Al mismo tiempo queremos recoger sus impresiones sobre las intervenciones de los equipos de atención a la infancia y la adolescencia (EAIA) en sus situaciones familiares y su paso por el sistema de protección.

Metodología 
Antes de crear el grupo y teniendo muy presente la función convocante a la cual hace alusión el doctor J. M. Sunyer en su libro, pensamos en el grupo, en las personas que lo iban a constituir, cuando, qué horario, qué ritmo, la duración de las sesiones y los encuentros del grupo en general. (Sunyer, J. M., 2008).

El grupo lo conducimos dos personas que trabajamos en el mismo Equipo de Atención a la Infancia y la Adolescencia  (EAIA) formadas en grupos de análisis.

Para crear el espacio grupal, primero se hizo una selección de los jóvenes que podrían formar parte de este (jóvenes resilientes mayores de edad que han estado en CRAE un mínimo de cuatro años).

La selección se ha llevado a cabo a través de una tipología de muestra “bola de nieve” que tiene la finalidad de seleccionar los potenciales informantes a partir de personas que puedan aportar información rica en relación con los objetivos de estudio.

El contacto con estos ha sido a través de las informaciones de los mismos CRAE dónde han residido o por el hecho de ser conocidos por nuestro equipo, dado que habíamos hecho el seguimiento, valoraciones y propuestas de sus situaciones familiares.

Resultados
Los resultados que se presentan en este artículo están basados en el análisis del contenido de las cinco sesiones grupales de 1,5 h de duración que se han llevado a cabo semanalmente. Se abre cada sesión con un tema inicial, con la intención de hacer surgir ideas grupales sobre información, discursos y opiniones que se quieren encontrar. Las diferentes sesiones son grabadas en vídeo y se hacen transcripciones textuales.

Análisis cuantitativo
En cuanto a los datos cuantitativos:

De los siete jóvenes que forman el grupo hay cinco chicas y dos chicos de edades comprendidas entre los 19 y los 26 años. Todos los participantes son solteros y sin hijos. Sólo una tiene pareja estable. En cuanto a su relación con su familia biológica, dos de las jóvenes manifiestan no tener ningún tipo de relación con ella, cinco tienen contactos esporádicos, pero en ningún caso los consideran como una alternativa que pueden explicar.

Seis de los jóvenes que forman parte del grupo ingresaron en centros de menores entre los 12 y los 14 años, la otra joven ingresó en los 3 años y estuvo en un CRAE hasta la mayoría de edad. Cinco de los participantes, antes del CRAE estuvieron en centros de acogida (centros de urgencias), y los otros dos ingresaron en un CRAE directamente, uno de los cuales venía de una acogida en familia extensa que no funcionó.

Recogida toda la información podemos concluir que el total de participantes han pasado por un mínimo de dos recursos dentro del sistema de protección, con los consiguientes cambios que esto implica, cambios en su vida que los han hecho cambiar de  población donde vivían en algunos casos, perder amigos, cambiar de escuela, alterar el ritmo de aprendizaje escolar, hacer modificaciones de referentes y, en definitiva, mostrar más inseguridad.

El tiempo de estancia media es de 4,5 años, a excepción de una que estuvo 15 años en un CRAE. Del total, cuatro continúan en recursos de infancia para mayores de edad, dos están viviendo solos y el otro comparte piso con unos amigos.

En cuanto a la situación laboral y académica, de los tres jóvenes que viven de forma autónoma, dos están trabajando, una combina el trabajo con el seguimiento de un curso de grado medio, y el otro está cobrando la prestación de desocupación mientras hace un curso de grado medio.

En referencia a las otras cuatro jóvenes, tres están en pisos para jóvenes  extutelados y la otra continúa en un CRAE mientras espera plaza en el piso para mayores de edad. De estas, tres están en la universidad y la otra cursa un módulo de grado superior.

Todos los participantes, a excepción de la que continúa en un CRAE, se han beneficiado de la prestación económica para chicos extutelados, se trata de una prestación mensual para ayudarles a hacer frente a su vida diaria. Esta prestación está sujeta a un seguimiento por parte de un técnico que los orienta y asesora. Es una prestación que se puede alargar hasta los 21 años.

Análisis cualitativo
Primero hemos hecho la transcripción literal de cada sesión. Una vez acabada, hemos marcado un objetivo general y los específicos para determinar qué es el que queremos investigar. A partir de aquí, y para hacer un análisis del contenido, hemos descrito las categorías que nos han parecido que reflejaban el contenido de la transcripción asociando las frases literales que han utilizado los jóvenes participantes en cada categoría. A continuación se presentan los resultados obtenidos en las diferentes categorías determinadas en el análisis de contenido.


Categorías
Códigos
Factores familiares positivos: características y dinámicas familiares que favorecen el desarrollo personal de los jóvenes extutelados

FF+

Factores familiares negativos: características y dinámicas familiares que dificultan el desarrollo personal de los jóvenes extutelados.

FF-

Proceso vital: decisiones, sucesos y acontecimientos de relevancia que caracterizan la trayectoria vital de los jóvenes extutelados

Relaciones sociales: amistades, amores, enemigos que han tenido un papel relevante en la cotidianidad de los jóvenes extutelados


PV



RS
Perspectiva personal de las problemáticas: visión de los jóvenes extutelados hacia las problemáticas familiares y sociales de las cuales han sido partícipes.

PPP
Necesidades personales: manifiesto de las carencias personales, sociales y familiares que creen que tienen los jóvenes extutelados.

Familias colaboradoras: experiencias vividas con las familias colaboradoras, aspectos positivos y aspectos negativos.

Fortalezas y carencias del entorno residencial más próximo: según la opinión de los jóvenes extutelados, ver cuáles son las fortalezas y las carencias de los centros.

NP


FC


FMR
Autoimagee y autoconcepto de los jóvenes extutelatdos: según la opinión de los jóvenes extutelados, cuáles son sus características personales.

AA
Fortalezas y carencias de la intervención de los EAIA: según la opinión de los jóvenes participantes.


FME
Influencia de la opinión que los centros y las familias tienen de los EAIA, en la percepción que los jóvenes tienen de estos equipos.


ICF

Factores familiares positivos: características y dinámicas familiares que favorecen el desarrollo personal de los jóvenes extutelados (FF+).

Diferentes miembros del grupo de discusión defienden repetidamente que el hecho de tener hermanos es positivo para su desarrollo personal, puesto que contribuye a mejorar y suavizar las relaciones del entorno familiar. Seguidamente creen que el hecho de tener hermanos te permite no sentirte tan solo.

"Pero yo en realidad creo que tener hermanos tiene algo muy positiva, porque la mayoría de los niños del centro tendemos a sentirnos muy sólo." "Y es diferente porque los padres son cómo..." estoy aquí por ellos "pero los hermanos son como amigos, siempre los tendrás al lado. Entonces a veces no te tratas bien con ellos, pero sabes que no estás tan solo, tienes algo donde agarrarte”.

Factores familiares negativos: características y dinámicas familiares que dificultan el desarrollo personal de los jóvenes extutelados. (*FF-)

Dos de los participantes del grupo de discusión cuestionan el beneficio de tener hermanos expuesto anteriormente por sus compañeras, puesto que creen que tener un hermano aumenta la responsabilidad y al mismo tiempo se hacen más responsables del transcurso vital y del bienestar de su hermano, hecho que los puede llegar a provocar malestar.

"Si miras desde el punto de vista que tener un hermano es un apoyo pero piensas que tienes un hermano que ha vivido una situación muy parecida a ti y que ha acabado muy mal y ves como acaban, por ejemplo, como mi hermana salió del centro a los dieciocho años y tuvo una criatura e hicieron una propuesta y ahora está adoptada,¿sabes? Realmente es duro pensar esto."

Otro de los factores familiares negativos identificados es la pasividad de los padres, los cuales a veces se muestran permisivos y poco comunicativos.

"Mi padre, despacio, un poco como antes, un poco pasota, muy pasivo, mucho dejarlo hacer todo y ya llegará y claro, a medida que yo iba tirando l me iba distanciando de él. Yo realmente no he visto nunca que me echara de menos.”

Contrariamente, también se pone de manifiesto que es un factor familiar negativo el hecho que la familia sea muy persuasiva y los hagan reproches, y olviden todas las consecuencias de sus actos. Seguidamente, una de las jóvenes del grupo afirma que el problema se presenta cuando los niños entienden mucho más pronto que los padres que se quedarán en el centro residencial debido a la estabilidad que consiguen a la institución.

"Es cómo si los padres y la mayoría de la familia se quedaran estancados en el momento que tú entraste, es cómo si todo este tiempo que has sido dentro no existiera por muchas visitas que hayas hecho."

A continuación, creen que otro aspecto que dificulta su desarrollo personal es el egoísmo de los progenitores,dicen que a veces se piensan que hacen las cosas bien y acaban perjudicando el hijo o hija.

"Es que realmente, uno de los problemas es que los padres a veces son demasiado egoístas, al principio no lo ves tanto, pero después, cuando eres más grande, si piensas con todos tus problemas, siempre hacen referencia a la familia. Y te das cuenta que por mi parte cortar la relación no, pero alejarte un poco tal vez hace que tengas menos problemas, y ellos te dicen ‘ven, ven’, y tú dices ‘pero si vengo después estoy peor...’ y no lo entienden."

Proceso vital: decisiones, sucesos y acontecimientos de relevancia que caracterizan la trayectoria vital de los jóvenes extutelados. (PV)
En esta categoría, la información recogida hace referencia a diferentes decisiones de los jóvenes extutelados, que han contribuido a un beneficio personal. Son ejemplos claros la decisión de cortar la relación con uno de los progenitores, la decisión de estar siempre junto a los hermanos, el momento en qué son conscientes de la necesidad de luchar por su futuro y la ventaja de no depender de nadie.

"Hice borrón y cuenta nueva y seguir adelante yo sola. Y es que ahora, ¿quién tiene que cuidar de ti?"

"Yo, a los dieciséis años me di cuenta que realmente no me estaba haciendo ninguna bien mi madre y decidí cortar la relación, pensé más en mí que no en otra cosa."

"Si, yo, cuando estaba en el centro y tenía dieciséis años, mi objetivo era salir bien, ¿no? y sin la familia poder salir adelante, siempre es mejor si no dependes de nadie y yo ahora no dependo de nadie.”

"Cuando tú estás en el centro parece que tengas que luchar por un cambio de programa, pero, en cambio, cuando sales del centro ves que tienes que luchar por ti mismo y salir adelante, y luchar."

Relaciones sociales: amistades, amores, amigos que han tenido un papel relevante en la cotidianidad de los jóvenes extutelados. (RS)

Según los participantes, tener amistades es muy positivo para su desarrollo personal. Uno de las ventajas de estas relaciones sociales es que les permite ver cómo es una familia diferente de la suya.

"Cuando vas a casa también estás con la familia, pero es diferente porque ya sabes que pasará algo; allí sabes que vas y estás superbien, te tratan bien (haciendo referencia a las familias de los amigos y amigas).”

"Algo súperimportante para los niños y niñas del centro son los amigos."

También consideran que las características del entorno en el cual te mueves te condicionan como persona. "Por lo que yo he visto, a muchas chicas, si los amigos son ‘chungos’ los chicos que conocerán también serán así. Sienten que no les quiere nadie y se aferran un montón a los chicos, y saben que les están haciendo daño, a muchas les pegan, les insultan pero dicen "es que si no lo tengo a él…”

Perspectiva personal de las problemáticas: visión de los jóvenes extuteladots hacia las problemáticas familiares y sociales de las cuales han sido partícipes. (PPP)

Algunos de los jóvenes del grupo mencionan que los padres y ellos tienen perspectivas diferentes con referencia a la actuación de los padres; los progenitores creen que están haciendo las cosas bien y ellos ven que no.

"Los padres, cuando tienen hijos en el centro, representa que hacen todo lo posible para los hijos y creen que lo hacen bien, ¿no? pero nosotros realmente lo vemos de otro modo, desde otro punto de vista.”

Seguidamente varios participantes de la sesión mencionan que si tienen un problema no pueden contar con la familia, puesto que estos no han desarrollado las funciones que ellos creen propias de la familia.

"Si tienes algún problema, tu familia no es una familia, o sea, si estamos en un centro, está claro que no es una familia. No es normal, no es un referente que tienes que tener”.

Necesidades personales: manifestación de las carencias personales, sociales y familiares que creen que tienen los jóvenes extutelados. (NP)

Haciendo referencia a esta categoría, varios participantes mencionan que para poder seguir adelante con su vida y conseguir la estabilidad personal fue necesario cortar la relación con los padres o bien alejarse de ellos; al mismo tiempo creen importante marcar las distancias.

"Yo, cuando tenía dieciséis años tenía muy claro que quería seguir estudiando y quería hacer mi vida y dije, si tengo que emprender un camino donde quiero traer una buena vida y un estilo de vida diferente del que han traído mis padres tengo que cortar la relación.”

"Yo quizás también diría que el importante con la familia es marcar las distancias, porque mi padre ya lo entiende, que queramos hacer nuestra vida, pero mi madre no, sientes que se quiere echar encima tuyo y tienes que decir no, ¿sabes? Frena, ¿no? Si me quieres ayudar me ayudas, pero yo quiero hacer mi vida y le tienes que dejar las cosas claras, también."

Finalmente, dos de las jóvenes hacen referencia a la carencia de confianza que tienen en ellas mismas que las hacen apostar por relaciones tóxicas…

"Necesitas tanto que alguien te quiera que al final, si una persona te dice ‘te quiero’ pues ya... a lo loco."

Familias colaboradoras: experiencias vividas con las familias colaboradoras, aspectos positivos y aspectos negativos. (FC)

Todos los participantes del grupo de discusión afirman que tener una familia colaboradora es positivo para su desarrollo personal.

"Yo estoy muy a favor de las familias colaboradoras… los que vivos en un centro no es el mismo que con una familia; en un centro hay unas normas, unos educadores, en una familia es diferente. Yo creo que me ha ayudado mucho tener esta referencia de la familia para poder salir adelante."

Como aspecto negativo, una de las participantes explica que las familias colaboradoras tienen que tener en cuenta su pasado familiar y no crearse altas expectativas, puesto que esto puede ser una fuente de malestar y presión.

"Ellos son una familia normal, muchos hijos y, claro, yo, lo que vi es que ellos me querían ayudar como familia y hacer todo lo posible por mí, porque saliera adelante, ¿no? y claro, nosotros charlábamos de estudios y ellos tienen unos hijos, pues, que ya tienen una carrera, están casados, tienen hijos... Y llega un punto que es el que los dije, no todos somos iguales, yo he vivido una situación y no puedes hacer que yo sea igual que tu hija o... ya sé que quieres que estudie y que esto, pero claro, yo traigo un ritmo de vida diferente, no estoy acostumbrada a estar en una casa con mis padres, yo estoy en un centro donde hay unos horarios, ¿sabes?”

Fortalezas y carencias del entorno residencial más cercano: en opinión de los jóvenes extutelados, cuáles son las fortalezas y carencias de los centros? (FCR)

Todos los participantes coinciden en la dificultad de la entrada y la adaptación al centro de acogida.

“Es que no te sientes nadie, te pellizcan y no sientes nada, y esto el primer día es bestial, pero piensas ‘el segundo día será diferente’, pero no, todo continua igual, puede pasar un mes y no te sientes nadie, es cómo si hubieras perdido toda la integridad.”

También coinciden en la tendencia a la sobreprotección que se da a los CRAE y la justificación que hacen de las familias biológicas.

“A veces, en el centro te tienen como en una burbuja de protección, quiero decir que se tendría que reducir un poco, porque llegas al piso de autonomía y te explota la burbuja…”

"Uno de los errores del centro es justificar siempre los padres. Siempre nos enseñan que tienes que tratarte bien con la familia, que la familia es lo primero, pero yo creo que quizás nos tendrían que enseñar a vivir algo más sin nuestra familia."

"Siempre los han victimizado diciendo que los han ido mal las cosas, pero son sus decisiones las que han traído allí donde estamos, no las nuestras. A nosotros nos ha tocado vivir las consecuencias de sus decisiones.”

Como aspectos positivos, en los cuales también coinciden todos los participantes, estan que el centro tenga una estructura familiar, tener una relación estable con el educador y potenciar actividades y relaciones normalizadas fuera del centro.

“El centro me gusta mucho, porque tiene mas forma de familia que de centro, todo el mundo dice que somos como una familia…”

“… me di cuenta que había educadores que habían apostado mucho por mí… yo creo que si no hubiera tenido estos educadores no estaría aquí, me daba miedo decepcionarles.”

“A mí me ayudó mucho hacer actividades y tener un grupo de amigos de fuera del centro, siempre he intentado tener un grupo afuera. Con los del centro éramos compañeros, pero no les explicaba mi vida, porque entonces se complican mucho las cosas y se mezclan”:

Autoimagen y autoconcepto de los jóvenes extutelados: según la opinión de los jóvenes extutelados, ¿cuáles son sus características personales? (AA)

Los participantes explican que han perdido la confianza en su entorno, se sienten solos, inseguros y con dificultades en las relaciones sociales.

"Te lo han roto todo, todo lo que tenías… tenías una vida, unos amigos, una familia… cuando realmente lo pienso, es la base, lo que tiene todo el mundo, una familia, un afecto y un aprecio… y piensas, mal… el problema es aquí.”

Un tema muy relevante para ellos, es el sentimiento de que se les exige mucho más que a cualquier chico de su edad, y que no disponen de las mismas oportunidades

“Tampoco es que tengamos que tener ayuda toda la vida, pero la ayuda se corta de forma muy apresurada; el resto de la gente, por mucho que quiera decir que no tienen la ayuda de sus padres, tienen referentes en la familia.”

Paralelamente, también hablan de la fortaleza personal y de la resiliencia que han conseguido a través de su paso por el sistema de protección.

“Por el hecho de haber estado en un centro tienes la fuerza y la voluntad de salir adelante, de ser quién eres y de estar donde ahora estás. Y esto también es bueno porque te hace madurar mucho.”

Fortalezas y carencias de la intervención de los EAIA: según la opinión de los jóvenes participantes. (FMEE)

Los jóvenes coinciden en el hecho que conocen y ven poco a los EAIA, especialmente desde el momento que ingresan en el centro. También piensan que toman decisiones sin tener en cuenta su opinión y con poca información.

"El EAIA en el centro es algo superexterno, es superextraño, es alguien que sin ningún motivo especial decide si tú vas a casa o no… Piensas que deciden a boleo, y que el EAIA siempre es el malo, y llega un momento que exageras mucho. Porque en los centros hay gente que les tiene miedo, rabia, pero nadie…”

El total de participantes manifiestan su acuerdo a reconocer a los EAIA como una ayuda cuando se ha salido del sistema de protección, también coinciden que era del todo necesario proponer la medida administrativa que implicó su separación familiar.

“Yo también pienso que si no hubiera sido porque el EAIA decidió ingresarme en un centro, no sé donde estaría ahora…”

Influencia de la opinión que los centros y las familias tienen de los EAIA, en la percepción que los jóvenes tienen de estos equipos (ICF)
Los jóvenes coinciden que la información que les llega muchas veces desde el centro y la familia sobre la EAIA aumenta su desconfianza hacia los profesionales de este equipo.

“A veces los educadores te decían ‘este fin de semana no tienes salida’ y tú preguntabas, ‘pero ¿por qué?’ Y ellos decían: ‘no lo sé, lo ha decidido el EAIA’ y entonces tienes esta rabia… que no te están explicando nada, y la EAIA…”

“Para los padres el EAIA es el culpable, son los malos de la película… bien mi padre, no sé por qué, tiene el EAIA idealizado… mi madre se siente superculpable, no lo entiende, porque tampoco entiende que está enferma y el culpable es el EAIA…”

Valoran positivamente las reuniones en las cuales están presentes, el centro, la familia, la EAIA y ellos mismos, puesto que los ayuda a entender mejor su situación y el trabajo realizado.

“A mí me servía mucho cuando hacíamos reuniones con mi familia, el centro y el EAIA y me tenían en cuenta.. me daba mucha vergüenza pero me ayudaba.”

Valoración y conclusiones
Generalmente el análisis, la valoración y la modificación del sistema las hacen los profesionales y los servicios que integran el sistema de atención y protección a la infancia y la adolescencia, sin que en muchas ocasiones se tenga bastante en cuenta la percepción de los menores ante ellos.

A partir de este estudio y del análisis del contenido de las sesiones grupales se han obtenido conclusiones del sistema de protección en general desde la visión que nos ofrecen los protagonistas. También nos ha permitido conocer cuáles han sido los elementos, factores y estrategias que más han favorecido el desarrollo de la capacidad de resiliencia de estos jóvenes para poder potenciarlo en los jóvenes con los cuales continuamos trabajando y que presentamos a continuación.

Tal como se pone de manifiesto a lo largo del artículo, consultados los estudios realizados sobre este tema, nos damos cuenta  de que hay poca información sobre este aspecto, hemos encontrado un artículo que hace referencia en los factores de éxito en acogidas de menores en CRAE; del resultado de este estudio se perfilaron un conjunto de factores facilitadores de éxito que, por un lado, son muy parecidos con la investigación expuesta de Stein y Munro (2008) y, de otra, coinciden con las opiniones de los jóvenes y los educadores entrevistados. (C. Montserrat, F. Casas, M. González, D. Navarro, I. Bertran, S. Mal y L. Araujo, 2010).

Analizados los datos de nuestro estudio podemos conocer la influencia del entorno familiar, de los diferentes recursos de infancia por los cuales han pasado, así como de sus características personales en la transición de este grupo de jóvenes resilientes extutelados hacia la vida adulta.

Si bien la Secretaría de Juventud, en el 2008, revela que en Cataluña sólo un 15,8% de los jóvenes de entre 20 y 24 años se han independizado del núcleo familiar, los siete participantes, desde su salida del sistema de protección de la infancia y adolescencia no han vuelto a convivir con sus progenitores.

Se pone de manifiesto que un factor que los ha ayudado mucho es la estabilidad en el tiempo que estuvieron en el CRAE, así como tener una relación estable y comprometida con el educador de referencia. También hacen especial mención al beneficio que comporta mantener relaciones y actividades normalizadas fuera del centro.

En el marco de las relaciones familiares, en el estudio mencionado con anterioridad y realizado por Carme Montserrat te. al. (2010), se expone que los padres no representan una fuente de apoyo para los jóvenes que han estado en el sistema de protección oficial. Situación que se confirma en uno de los resultados obtenidos en nuestro estudio que nos da a conocer que ciertamente el grupo de jóvenes extutelados participantes no cuentan con la ayuda de sus progenitores dado que creen que no han cumplido con las funciones propias de una familia.

Como factores familiares negativos que dificultan su desarrollo personal destacamos la pasividad de los padres, los cuales, a veces, se muestran permisivos y poco comunicativos, y que la familia extensa sea persuasiva y los haga reproches. Al mismo tiempo, otro resultado obtenido es que los jóvenes y los progenitores, y la familia en general, tienen diferentes perspectivas en referencia a la actuación de los padres. Los jóvenes creen que el egoísmo que en ocasiones demuestran los padres, centrados sólo en sus necesidades, dificulta su trayectoria vital. Creen que ellos evolucionan, pero los padres en muchas ocasiones se quedan estancados en el momento del ingreso y no prosperan.

La relación con los padres biológicos durante su estancia en centros es un tema ampliamente controvertido en la literatura científica, en el sentido que la mayoría de los menores que están en CRAE mantienen el contacto, pero puede ser considerado de muy positivo a muy negativo y a partir de aquí se levantan las voces que cuestionan tanto el mantenimiento en los casos perjudiciales como los potencian en los positivos.

Continuando con la influencia del entorno familiar, se pone de manifiesto que las dificultades que se han encontrado a lo largo de su infancia y adolescencia han desencadenado en una desconfianza de los jóvenes en referencia a su entorno, hecho que dificulta su desarrollo personal. Sin embargo, los jóvenes participantes han tomado decisiones vitales, las cuales han contribuido a un beneficio personal; pueden ser ejemplos el hecho de romper la relación con los progenitores, la decisión de quedarse junto a los hermanos y la ventaja de no depender de nadie.

En referencia al papel de los hermanos, Montserrat te. al., (2010) afirma que tiene mucha importancia, sobre todo cuando evocan recuerdos y experiencias sobre su familia de origen. Estos relatos están marcados por connotaciones muy positivas, a pesar de que se pueden destacar algunas de negativas.

A través del análisis que hemos hecho con los jóvenes participantes, también se afirma que un importantes número de jóvenes que han estado en el sistema de protección a la infancia asumen una elevada responsabilidad respecto a los hermanos pequeños, que los despiertan un deseo de protección independientemente de la edad.

En nuestro estudio se concluye que tener hermanos es un apoyo y a la vez un factor familiar positivo que favorece el desarrollo personal del joven; sin embargo, frente a los problemas familiares y los posibles conflictos que se presentan en la trayectoria vital de los hermanos y hermanas, es una situación complicada que comporta una carga emocional elevada debido a la responsabilidad que asumen los hermanos mayores..

Seguidamente, también se señala la importancia que tiene para los jóvenes hacer amigos fuera del entorno residencial, valorando positivamente la ayuda y la aceptación recibidas de los padres y de sus amigos. Se entrevé que las características del entorno donde te mueves te condicionan como persona. Además, tener amistades resulta positivo porque permite ver cómo es una familia diferente de la de los jóvenes del estudio. También valoran muy positivamente hacer actividades y tener espacios fuera del centro, intentando normalizar al máximo posible su situación.

En relación con el vínculo afectivo, los participantes del grupo destacan que a veces, ante la necesidad que tienen que les quieran, cuando alguien les muestra cariño y afecto no actúan con conciencia, apuestan por la relación tanto si es beneficiosa cómo perjudicial para su bienestar personal.

De su paso por los centros, en el estudio hecho a los participantes destacan que es beneficioso para ellos el hecho que los educadores y educadoras valoren cuáles son las relaciones positivas para cada uno de ellos, especialmente entre hermanos, y que los apoyen porque estas vinculaciones afectivas sean de carácter permanente y continuado. 

A continuación, también ejemplifican la necesidad que los centros residenciales enseñen a los hermanos mayores a no responsabilizarse de los más pequeños y que a la vez intenten evitar justificar los progenitores de las actuaciones que estos han protagonizado y que han motivado su ingreso en un CRAE.

Coinciden en la necesidad de minimizar el impacto que los supone la entrada en el centro de acogida dándoles el máximo de información posible, así como reducir el cambio brusco que supone moverse del CRAE a un piso de autonomía ante la sobreprotección que en ocasiones tienen los CRAE. Valoran muy positivamente la estructura familiar que tienen los CRAE, y viven como mucho beneficioso este hecho.

Finalmente, dan a conocer la necesidad de tener más visitas y entrevistas con la EAIA para entender sus funciones, así como el deseo que este equipo tenga más en consideración las decisiones de los menores y adolescentes tutelados, cuando estos afirman que quieren romper el vínculo con la familia de origen o bien cuando saben qué quieren hacer en su vida.

Coinciden que se tiene que poder trabajar más con la familia de origen para conseguir cambios y lo dicen sobre todo cuando se hace referencia a las visitas que recuerdan que los hacían sus familiares durante la acogida. Los participantes dicen que les es muy aclaratorio hacer reuniones conjuntas con la familia, el centro y el EAIA, y que les ayudaría a entender mejor su situación ver mes su equipo.

Al mismo tiempo también expresan que la opinión que reciben de los padres sobre los EAIA, junto con algún comentario que reciben de los educadores, no ayuda a confiar en estos equipos. Sin embargo, en nuestro estudio todos los participantes coinciden en el hecho que era necesario hacer la propuesta que originó la separación del núcleo, pero que el sentido y la ayuda los voces cuando has salido del recurso.

En relación con las familias colaboradoras, los participantes del grupo afirman que tener una familia colaboradora es positivo para el desarrollo personal del niño y el adolescente a causa de que estos resultan un apoyo incondicional para ellos y los enseñan a confiar al mismo tiempo que les dan muy afecto. Contrariamente, destacan que es importante que las familias colaboradoras tengan en cuenta el pasado familiar de los menores y jóvenes tutelados y que no se creen altas expectativas no compartidas por el menor de edad, puesto que esto puede causar una fuente de malestar y presión.

Una vez finalizado el estudio y hecha la valoración y la conclusión de las diferentes sesiones grupales, queremos hacer un inciso en aquellos aspectos que pensamos que se tendrían que potenciar, mejorar y promover para beneficiar nuestra práctica diaria, de acuerdo con la opinión de nuestros protagonistas. Y de aquí salen las propuestas de futuro siguientes:
ü      Potenciar el vínculo, la relación y el conocimiento mutuo de los EAIA y los jóvenes.
ü      Promover un trabajo en red que incluya los diferentes profesionales, la familia y los jóvenes, dando voz específica en estos.
ü      Priorizar la inclusión de las familias colaboradoras como un elemento clave en su trayectoria vital
ü      Facilitar que se lleven a cabo actividades y relaciones con iguales fuera del centro
ü      Buscar e incorporar nuevas estrategias y formas de intervenir con las familias para aumentar las probabilidades de cambio
ü      Minimizar el impacto de la entrada y la salida del sistema de protección dando el máximo de información en todo momento y haciéndolos partícipes.
ü      Promover la estabilidad de los jóvenes en los diferentes recursos evitando más cambios y roturas en sus vidas.
ü      Potenciar la autonomía y la asunción de responsabilidades durante su estancia en el CRAE.
ü      Mantener y promover la estructura familiar de los centros.
ü      Potenciar un apoyo psicológico estable y continuado para poder trabajar su realidad y fomentar sus capacidades cuando lo necesiten.
ü      Diversificar los servicios para dar una respuesta más esmerada a las diferentes tipologías de jóvenes.

Bibliografia
CYRULNIK, B. Autobiografía de un espantapájaros. Testimonios de resiliencia: el retorno a la vida. Barcelona: Editorial Gedisa, 2009.

CYRULNIK, B. El murmullo de los fantasmas. Volver a la vida después de un trauma. Barcelona: Editorial Gedisa, 2003.

DE MIGUEL, S., SUNYER, J. M. Elementos grupoanalíticos en el inicio de la estancia en centros residenciales para menores. Teoría y práctica grupoanalítica, 2 (2), (2012).
Sunyer, J. M. Psicoterapia de grupo grupoanalítica. La co-construcción de un conductor de grupos. Madrid: Biblioteca Nueva, 2008.

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