martes, 10 de diciembre de 2013

Revisión:


La violencia de hijos adolescentes contra sus progenitores.

C. Aroca Montolío. 

Reinad, nº5, 2013



“…la violencia filio-parental presenta un ciclo de la violencia característico con falta versus exceso de límites parentales, donde el modus operandi en el binomio agresor-víctima adquiere la forma de ciclo coercitivo, de sumisión-hostilidad/ hostilidad-sumisión, donde los progenitores maltratados advierten que sus recursos educativos no son efectivos. De hecho, cuando utilizan reprimendas o castigos, su hijo responde incrementando, en intensidad y frecuencia, sus conductas violentas. Entonces, la madre y/o padre optan por el camino de la persuasión, la conciliación o negociación que su hijo ignora, incluso, puede reaccionar con mayor desdén porque los considera débiles. Por tanto, la relación parento-filial se ve atrapada en un proceso de acción-reacción, donde la sumisión parental usada para lograr una pacificación en el clima familiar, provoca un incremento en las exigencias por parte del hijo, en contra de lo esperado por las víctimas”
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