B. Aznárez Urbieta
Rev. de la S.E .M.P.
y P. Vol. 3 n.° 1, 2013.
“En la adopción, el niño adoptado puede afirmar que no recuerda quién
era o cómo era su vida antes de ser adoptado, quiénes eran sus padres
biológicos o las personas que le cuidaron sus primeros días, meses o incluso
años; puede afirmarlo, puede incluso estar convencido, pero no por eso podemos
dejar de dudar de la "veracidad" de sus palabras...
Que no pueda acceder
conscientemente a la información almacenada en su memoria no significa que ésta
no exista”