Cómo influye en el bienestar de los niños y adolescentes tutelados la relación que tienen con sus adultos de referencia? La perspectiva de los que están acogidos en centros y familias.
Com
influeix en el benestar dels infants i adolescents tutelats la relació que
tenen amb els seus adults de referència? La perspectiva dels que estan acollits
en centres i famílies
J. Llosada-Gistau, C. Montserrat y F. Casas.
Butlletí d’Inf@ncia nº105, 2018.
D. de Treball, Afers Socials i Famílies;
Generalitat de Catalunya
Objetivo: ...analizar el bienestar subjetivo de los/las adolescentes acogidos/as
según el grado de acuerdo que manifiestan sobre su situación, la relación con
sus adultos de referencia en el Sistema de Protección y con sus progenitores,
su seguridad en el lugar de acogida, y si sienten que los tienen en cuenta. Más concretamente se analizarán los aspectos siguientes:
- El grado de acuerdo con la acogida en que están
- La percepción de seguridad en el lugar de acogida
- La estabilidad de sus figuras de referencia en la acogida
- La satisfacción con la relación que tienen con sus educadores o acogedores
- Si se sienten escuchados por sus adultos de referencia
- La relación con el padre y la madre
Conclusiones:
Los adolescentes
tutelados en acogimiento familiar y especialmente los chicos y chicas acogidos
en familia extensa muestran medias de bienestar subjetivo más altas que los
acogidos en centro residencial y relativamente similares a las medias de la
población general. A pesar de esta primera afirmación, somos conscientes que no
podemos comparar estrictamente los adolescentes acogidos en familia de los
adolescentes acogidos en centro porque, como es muy sabido, presentan características
sociodemográficas diferentes y, además, entre los chicos y chicas acogidos en
centro hay también los que han sufrido una ruptura de acogimiento familiar previa. El objetivo del
estudio en ningún caso pretende comparar y, todavía menos, jerarquizar las
diferentes medidas en función del bienestar de los chicos y chicas. Se
presentan los resultados según la medida protectora en un ejercicio para
garantizar el derecho de todos y todas a responder a las mismas preguntas y
poder expresar como se sienten y cómo valoran su acogida. Hemos querido conocer
de primera mano sus percepciones y evaluaciones sobre la realidad que viven y
que esta información pueda facilitar la toma de decisiones tanto en el ámbito
político como en la práctica profesional para favorecer un mejor bienestar para
todos.
Una buena noticia que
se desprende de los resultados presentados es que es posible vivir en el
Sistema de Protección y en un centro residencial, y mostrar niveles de
bienestar subjetivo altos. Aun así, esta situación no es la mayoritaria entre
los que viven en centros. Los resultados señalan algunos aspectos que si se
tienen presentes y se hacen algunos cambios en las dinámicas de la acogida
residencial, presumiblemente, favorecerán el bienestar subjetivo de muchos
chicos y chicas acogidos en centro que actualmente muestran, de media, niveles
más bajos. Uno de los principales resultados del estudio es que el tipo de
medida es importante con relación al bienestar subjetivo de los adolescentes
tutelados, pero adquiere todavía más importancia el hecho de estar de acuerdo.
En este punto, hemos visto que más de la mitad de los adolescentes acogidos en
centro están en desacuerdo con su medida. Y, en cambio, a los chicos y chicas acogidos
en centro que están de acuerdo con su medida muestran niveles de bienestar muy parecidos
a los acogidos en familia. Haría falta, pues, estudiar en profundidad cuáles
son los motivos que hacen que la mayoría de chicos y chicas acogidos en centro
muestren desacuerdo con su medida protectora. Presumiblemente, una primera
recomendación sería escuchar la opinión de los adolescentes acogidos en centro
y tener en cuenta sus valoraciones para conseguir que la acogida residencial sea
percibida por las personas usuarias de una manera más positiva y se puedan
sentir mejor.
En este punto es
destacable y notorio hacer una mención específica a las chicas acogidas en
centro, puesto que, como se ha señalado, muestran niveles de bienestar
subjetivo significativamente más bajos respecto de los chicos de la misma edad.
Este resultado merece, seguramente, un estudio más profundizado para conocer
las causas principales y nos plantea una pregunta interesante para futuras
investigaciones: parece que las chicas acusan más las situaciones vitales
adversas e hipotéticamente del acogimiento familiar (en extensa y ajena)
actuaría como un factor protector del bienestar subjetivo de las chicas
tuteladas, puesto que no se han observado estas diferencias según sexo en el
acogimiento familiar.
Por otro lado, un aspecto que está directamente relacionado con el bienestar
subjetivo de los adolescentes tutelados es la percepción de seguridad dentro de
su familia acogedora o centro residencial.
Una quinta parte de
los chicos y chicas acogidos en centro no se sienten seguros y el bienestar
subjetivo de estos chicos y chicas se resiente mucho. Respecto a esta situación,
habría que profundizar a conocer
cuáles son los aspectos que hacen que no se sientan seguros en el centro, y
para poderlo averiguar hace falta, una vez más, conocer de primera mano sus
propias valoraciones y opiniones.
Una alta satisfacción
con las personas acogedoras y los educadores y educadoras se traduce en un
mayor bienestar subjetivo. Y en esta misma línea, hemos podido observar que un
aspecto muy relevante por todos los chicos y chicas tutelados y que afecta
positivamente a su bienestar es el hecho de sentirse escuchados y que sus
opiniones sean tenidas en cuenta por sus adultos de referencia (acogedores y
educadores) en línea con el artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del
Niño (1989).
El vínculo que se
establece entre los niños y los adolescentes con los acogedores y
educadores-tutores es necesario para que se sientan seguros, estén satisfechos
con sus cuidadores, y probablemente se sientan más escuchados. Que
prácticamente la mitad de los adolescentes acogidos en centro hayan cambiado de
tutor o tutora respecto del año anterior seguramente no los ayuda a sentirse
seguros, escuchados y satisfechos con sus adultos de referencia.
Finalmente, la
relación con los padres y madres es también un aspecto importante para los
niños y adolescentes tutelados y en relación con su bienestar subjetivo. El
primero que hemos observado es que entre los chicos y chicas acogidos en
familia es más probable que no tengan padre o madre y que entre los acogidos en
centro es, en cambio, mucho más probable que tengan relación con el padre y
sobre todo con la madre (prácticamente el 80% de los acogidos en centro tienen
relación con su madre, en contraposición a un 55% de los acogidos en familia
extensa).
Los resultados
apuntan que los adolescentes tutelados que no tienen madre muestran niveles de
bienestar subjetivo más altos que el resto, tanto si tienen relación con ella cómo
si no. Una explicación para entender este resultado es que los chicos y chicas
que no tienen madre (o padre), una vez superado el luto por la pérdida, la
situación es muy clara y no admite confusiones y, por lo tanto, no permite que
se creen expectativas, anhelos, desengaños, cosa que podría favorecer su
bienestar.
En línea con esta
hipótesis, vemos que los adolescentes que tienen relación con su madre, que muestran
menos bienestar a pesar de que las diferencias no logren significación
estadística, son los que más a menudo querrían aumentar la relación con ella,
mientras que los que muestran más bienestar subjetivo son los que ya están de
acuerdo con el tipo de relación que mantienen. Preguntar a los chicos y chicas qué
tipos de relación quieren tener con su madre (y padre) y tener en cuenta su
opinión, en la medida del que sea posible, parece una buena estrategia para
favorecer el bienestar de los chicos y chicas tutelados.
Traducc. S.S.B.