M. Climent López y F. X. Uceda-Maza
Acciones e Investigaciones Sociales, nº 37, 2017
No debe
entenderse la medida de acogimiento residencial, como un parche, es decir,
cuando un profesional se encuentre con un/a niño/a en situación de desamparo,
no debe dejar de preocuparse por el/la mismo/a al ingresar este/a en un centro
de acogida, sino que la intervención debe continuar. Es una responsabilidad que
debe ser compartida entre los profesionales implicados. No olvidarse de ellos,
derivando responsabilidades. Al igual que debe continuarse trabajando con las
familias de origen, cuando el plan de intervención sea el retorno a su familia,
porque si no ¿Qué sentido tiene que el/la niño/a ingrese en un centro de
acogida, si al regresar a su hogar de origen, las dificultades que motivaron su
ingreso continúan intactas?