E. Gómez y Mª
A. Kotliarenco
Revista de Psicologia, Vol. 19, nº 2, 2010.
“…para
actuar como catalizador de los procesos de cambio y crecimiento familiar no
basta con adoptar simplemente una postura ingenua de “pensamiento positivo”. El
dolor, los traumas relacionales y las carencias agobiantes se encuentran
presentes en una dimensión que el profesional percibe cada día y que resulta
poco ético desconocer. Para recorrer el camino hacia la resiliencia familiar es
indispensable entender el daño en una familia, y desde esa profunda empatía con
su sufrimiento, avanzar en identificar sus puntos fuertes y procesos
protectores, es decir, sus resortes relacionales hacia la superación.”