E.
Becoña Iglesias y otros.
Plan
Nacional sobre Drogas, Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, 2011.
“... La historia de las adicciones va unida a la
historia del hombre. Fumar cigarrillos, beber alcohol, mascar hojas de coca,
esnifar preparados psicoactivos, beber pócimas, fumar marihuana, utilizar el
opio para el dolor, etc., son ejemplos bien conocidos de algunas de las
sustancias que el hombre ha utilizado a lo largo de la historia o sigue
utilizando. Más actualmente, junto a las anteriores y sus derivados
industriales o químicos, destacan las nuevas adicciones. Unas están derivadas
de sustancias, como es el caso de la heroína, la cocaína, las drogas de diseño,
el LSD, entre las más importantes, y otras son adicciones comportamentales, sin
sustancia, como resultado de nuestra sociedad tecnológica, como la adicción a
Internet, al juego de azar, al teléfono móvil, a los teléfonos eróticos, al
sexo, a las compras, y a un amplio etcétera de conductas que pueden llegar a
ser adictivas.......
.....Una
característica común y central a las conductas adictivas, es la pérdida de
control. La
persona con una conducta adictiva no tiene control sobre esa conducta, además
de que la misma le produce dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia y
una incidencia negativa muy importante en su vida, que va a ser en muchos casos
la causa de que acuda en busca de tratamiento o le fuercen a buscarlo....”