Diez razones para el Sharenting responsable.
Pantallas amigas/ AEPD, 2020
Sharenting: uso habitual de las redes sociales
como medio para compartir noticias o imágenes de nuestras/os hijas/os.
Razones:
Tienes la
obligación de cuidar su imagen e intimidad, no el derecho de hacer uso
arbitrario de ellas. Las personas menores de edad tienen derechos que deben
ser protegidos de forma especial.
Tu hijo o
hija no gana nada con la publicación de las imágenes. Aunque puede que tampoco le afecte negativamente, el saldo
rara vez será positivo.
Puede haber distintos criterios sobre qué y cómo se comparten las
imágenes de menores por parte de sus progenitores. Cuando los progenitores
no forman pareja, el sharenting puede ser motivo de conflicto.
Es posible que no
seas consciente de cómo se están difundiendo esas imágenes. No siempre es fácil
entender y gestionar la lógica y los cambios de gestión de privacidad de las
redes sociales.
Existen otras
formas más seguras para compartir imágenes. Es necesario limitar con quién
compartir la información y elegir la plataforma adecuada.
Habitualmente se comparte más información
que la que se aprecia a simple vista. Una imagen inocente puede contener
detalles de contexto importantes, e incluso geolocalización.
Al compartir las imágenes con otras
personas, estas pueden asumir que eso significa que las pueden publicar y que
las imágenes no son tan privadas. Sin mala intención, de forma directa o
indirecta, pueden expandir el alcance e incluso hacerlas públicas.
Lo que
publicas escapa de tu control para siempre. Cuando algo aparece en una
pantalla, es susceptible de ser capturado y reutilizado.
Compartir imágenes de otros sin su
consentimiento puede ser una infracción de la normativa de protección de datos.
No es un buen ejemplo para nadie, y menos aún para los menores de edad.
En ocasiones extremas puede comprometerse la
seguridad de miembros de la familia. En casos de victimización de
menores de edad se dan amenazas sobre terceros que pueden llegar a cumplirse.
· Falta de privacidad: Al compartir imágenes o información
de nuestros hijos/as, les estamos creando una huella digital, y a su vez les
estamos retirando la privacidad que les pertenece.
· Ciberbullying: Con el sharenting podemos llegar a favorecer el ciberbullying
sin querer, ya que estamos facilitando información acerca de nuestros hijos e
hijas. Este contenido puede afectar a la reputación del niño/a en cuestión,
perjudicándole en el colegio o en su entorno social.
· Fraude: Los niños pueden llegar a convertirse en blancos de fraude
por los datos que hay de ellos en Internet.
· Grooming: También puede generarse acoso por parte de otro adulto a
través de las redes sociales.
· Pedofilia: El contenido puede ser
usado con propósitos sexuales. Los pedófilos podrían llegar a guardar o
compartir dichas imágenes para una posterior connotación sexual. Debemos
recordar siempre que los pedófilos obtienen fotografías e información de
los niños y niñas a través de las redes sociales. Los datos que nosotros
publicamos les sirven para conocer más acerca de nuestro hijo/a, como sus
gustos, su fecha de cumpleaños y el colegio en el que estudia, provocando
una grave situación de vulnerabilidad en el menor.
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