M.T. Muñoz Guillén.
Revista Pensamiento Psicoanalítico, 2016
No sólo en la clínica, también es perceptible a nivel
social, chicos y chicas intolerantes a la frustración y sin apenas capacidad
para la espera. Con un funcionamiento mental más propio de proceso primario que
ya de un pensamiento secundarizado y elaborado, por lo que predominan
mecanismos mentales que utilizan defensas tales como la omnipotencia del
pensamiento, negación, autopercepción de un yo grandioso, etc. Las relaciones
interpersonales que se establecen son de una gran intensidad pero también de
una gran superficialidad, reclamando constantemente aportes narcisistas.