Efectos de la
institucionalización en el desarrollo de niños menores de tres años, ayer y
ahora.
D. Cañero.
Butlletí d’Inf@ncia nº 84, 2015
El objetivo de este artículo se centra en una reflexión breve sobre los efectos de la institucionalización en niños de cero a tres años, algunos de los cuales ya llegan con claros efectos en su desarrollo, fruto de negligencia parental (consumo de tóxicos durante el embarazo, por ejemplo) o trastornos evidentes de la vinculación. En cambio, en relación con los bebés que son retirados de los hospitales e ingresados inmediatamente en el centro de acogida, tenemos que pensar necesariamente que en estos los posibles efectos que observamos en su desarrollo son fruto del proceso de institucionalización. El ingreso en un centro de acogida en muchos casos los protege de entornos familiares poco saludables, pero también genera en su aparato psíquico un estrés añadido de adaptación que puede dejar algunas secuelas que no se observan en bebés que viven con sus familias.
El objetivo de este artículo se centra en una reflexión breve sobre los efectos de la institucionalización en niños de cero a tres años, algunos de los cuales ya llegan con claros efectos en su desarrollo, fruto de negligencia parental (consumo de tóxicos durante el embarazo, por ejemplo) o trastornos evidentes de la vinculación. En cambio, en relación con los bebés que son retirados de los hospitales e ingresados inmediatamente en el centro de acogida, tenemos que pensar necesariamente que en estos los posibles efectos que observamos en su desarrollo son fruto del proceso de institucionalización. El ingreso en un centro de acogida en muchos casos los protege de entornos familiares poco saludables, pero también genera en su aparato psíquico un estrés añadido de adaptación que puede dejar algunas secuelas que no se observan en bebés que viven con sus familias.
Original en catalán