J. García Ruiz-Zorrilla
Revista Digital de
Medicina Psicosomática y Psicoterapia, vol 4, nº 4, 2014
“No queremos quedarnos ni en juicios de valor sobre esta violencia ni dar explicaciones simplistas del tipo "la violencia se hereda", "la violencia se aprende", "la violencia es reflejo de los cambios en la sociedad", conocedores de la enorme complejidad que implica cualquier actuación sintomatológica violenta en la familia. Hipotetizamos que cualquier forma de violencia nos remite, de una forma más o menos directa, a una disfunción familiar, que tiene unas implicaciones clínicas que buscamos desentrañar. No hace falta ser un experto en la materia para saber que cuando un hijo pega a su madre o a su padre, algo no anda bien en la familia, y que hay malestares familiares y sociales que no estamos siendo capaces de ver, y por tanto nos quedamos sin la posibilidad de un abordaje terapéutico familiar eficaz. Las preguntas que nos hacemos son múltiples: ¿qué?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿desde cuándo? Y sobre todo, ¿por qué?”